PROTECCIÓN SOLAR

La protección solar tiene como objetivo proteger nuestra piel, previniendo y minimizando los efectos dañinos de la radiación solar, concretamente la radiación ultravioleta B y A.

Gracias a los protectores solares podemos proteger nuestra piel del envejecimiento, de las quemaduras solares, de las lesiones precancerosas y cancerosas y de la inmunosupresión.

El fotoenvejecimiento de la piel se manifiesta con signos como la flacidez, las arrugas, y la fotocarcinogénesis, causada por el daño a las células y al ADN. Y puede prevenirse en gran medida si se utiliza correctamente el protector solar.

¿Qué debe llevar un protector solar? La fotoprotección engloba, por un lado, filtros físicos y químicos, pero también otros componentes como antioxidantes, osmolitos y enzimas reparadoras del ADN, que ayudan a limitar el daño de la piel. En muchos protectores solares se incluyen antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E, la silimarina y los polifenoles del té verde.

Consejo farmacéutico extra.

Utiliza protección solar todos los días del año y en cantidad suficiente. Acuérdate de reaplicarlo cada dos horas, y siempre que hayas sudado o te hayas bañado.

Como ya comentamos en esta publicación sobre protección oral, la fotoprotección oral no sustituye la protección tópica, pero actúan de forma sinérgica complementándose.

Evidentemente cada piel es única, como siempre podéis preguntarnos por vuestro caso en particular. Puedes pedir una cita conmigo para una dermoasesoría tanto de forma presencial como online.